Por Niko Schvarz Hoy 23 de noviembre es el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, que en nuestro país tendrá características peculiares. Se iniciará por la tarde con una marcha desde la Plaza Cagancha y una celebración a las 16 horas en la Explanada Municipal, donde habrá una apertura a cargo de la Dirección de Relaciones Internacionales y Cooperación de la IMM, palabras de la Directora de Desarrollo Social, profesora María Sara Ribero en representación de la Intendenta Ana Olivera, y una exhibición del conjunto de danzas folklóricas palestinas “Shabibat”. Este acto es auspiciado por la intendencia capitalina, la embajada de la misión de Palestina en Argentina y la Comisión (uruguaya) de Apoyo al Pueblo Palestino (CAPP).
Posteriormente, en el Palacio Legislativo, edificio anexo, se desarrollará un acto cultural, con una intervención inicial del diputado Amin Niffouri, que será seguido por el embajador palestino en Argentina, Walid Muaqqat, y cierre por parte de la presidenta de la Cámara de Representantes, Ivonne Passada. El conjunto “Shabibat” presentará como culminación seis danzas folklóricas palestinas. Allí estaremos, e invitamos a asistir a este acto de apoyo a una justa causa.
El mismo se realiza en momentos en que el diálogo palestino-israelí ha entrado en un impasse. El líder palestino Mahmud Abbas acaba de declarar que no recibió ninguna comunicación de parte del gobierno de EEUU en cuanto a la reanudación del diálogo con Israel, interrumpido el 26 de setiembre al vencer la moratoria a que se había comprometido éste por un lapso de 10 meses y exclusivamente en relación a Cisjordania, y no a Jerusalem este. El dirigente palestino dijo también que para reanudar el diálogo era imprescindible que cesaran las construcciones y nuevos asentamientos en los territorios palestinos.
El hecho real es que ni unas ni otros se detuvieron en el período indicado (en particular en Jerusalem este, donde se verificaron desalojos de palestinos de sus viviendas en elevada proporción y su ocupación por familias israelíes) y que dichas construcciones ilegales se aceleraron fuertemente a partir del 26 de setiembre. Y mientras el diálogo está paralizado, y la secretaria de Estado Hillary Clinton y el primer ministro Benyamin Netanyahu traman un acuerdo a su gusto y paladar, excluyendo –todavía hasta hoy- a los palestinos, las construcciones israelíes se multiplican. Dimos los datos en nuestra nota del día 16 (“EEUU e Israel contra los palestinos”) y a posteriori el proceso continuó.
Reseñamos también las bases del acuerdo a que se había arribado en Washington, consistentes en que EEUU le solicitaba a Israel una breve moratoria de tres meses, y exclusivamente en Cisjordania, dejándoles campo libre para seguir en Jerusalem este, donde el gobierno israelí ya anunció la construcción de 1.300 nuevas viviendas, que se suman a los trabajos de construcción de varios miles de viviendas en 63 colonias, 46 de ellas al este de la “barrera de seguridad” (o sea el muro) que Israel construye en Cisjordania. Aún en estas condiciones, en el gabinete israelí tanto el canciller ultraderechista Avigdor Lieberman, de Israel Beiteinu, como el Ministro del Interior, Elie Yishai, del ultrareligioso Shass, se niegan a asumir ese compromiso, y en la misma posición se ubica el Consejo representativo de los 300 mil colonos israelíes asentados en Cisjordania, o sea en territorios palestinos. El hecho real es que el gabinete israelí no ha resuelto nada, y las construcciones siguen. Hemos leído un artículo en que se dice que “hoy es mucho más difícil crear un Estado palestino viable, ya que en el interín, en esos territorios conquistados, fueron creados numerosos asentamientos”. La autora se refiere a los territorios palestinos ocupados por Israel. Pero eso es precisamente lo que hay que cambiar para establecer un estado palestino en todo su territorio. Uno de los objetivos de la propuesta es obligar a los palestinos a aceptar como un hecho irreversible parte de las colonizaciones que pautan el expansionismo israelí.
Ya se sabe que la contrapartida ofrecida por Hillary Clinton incluye la entrega a Israel de 20 aviones de guerra F-35, los más modernos, por valor de 30 mil millones de dólares, con el agregado de que EEUU vetará toda resolución contra Israel en la ONU y la adopción de acciones conjuntas contra Irán. Esto último, que se vincula a la dotación de los aviones de guerra ultramodernos, ha despertado la alarma de los círculos pacifistas de Israel. Advierten que se estará preparando una acción militar conjunta contra Irán, y que semejante aventura corre el riesgo de inflamar la región y desatar una guerra regional, con implicancias para El Líbano, Siria e incluso la Franja de Gaza. El peligro es de gran magnitud.
fonte: http://pagina13.org.br/?p=5142
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